Los problemas comenzaron cuando Sergio trajo a su casa a Estela, su novia, con intención de formalizar.
No era lo que Simón y Esther habían soñado para su hijo. Provenía de una familia humilde y “para colmo”, no tenía título universitario. Sergio la amaba pero la presión de sus padres hizo que se alejara de la mujer de su vida.
Dos años más tarde conoció a Claudia. Después de ocho meses de noviazgo Simón, Esther y Claudia, lo convencieron de fijar fecha de casamiento. El matrimonio duró solo cinco meses, tiempo que le tomó a Sergio darse cuenta de que sin Estela su vida no tenía sentido.
Cuando fue a buscarla ella aún estaba sola. No dudaron un instante en ir a vivir juntos.
Ella se convirtió en una hija más para los padres de Sergio, quienes estaban totalmente arrepentidos de su proceder.
Pasaron los años y tuvieron tres hijos.
El mayor de ellos, Alan, conoció casi al final de su carrera en la Universidad a Cindy, una chica colombiana que vivía en una pensión mientras cursaba sus estudios en Argentina. Se enamoraron desde que se vieron, pero el noviazgo comenzó tres meses más tarde. Eran el uno para el otro. Al año y medio ya planificaban el casamiento hasta que se metió su madre.
- Alan, no voy a permitir que continúes tu relación con ella para que luego de casarse te lleve a su país- dijo firmemente Estela, cuando comenzó a hacerle la guerra.
Mientras tanto, mate por medio Esther comentaba a Simón.
- Que fácil se olvida el pasado, ella fue afortunada, pero no siempre se tiene una segunda oportunidad.
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